Según explica su presidente, la idea con la que nace esta entidad es la de reunir y representar a los titulares de derechos y gestores de vedados privados de caza y de recursos silvestres no maderables de las Islas Baleares ante las administraciones públicas y entidades privadas, así como la representación, gestión, promoción, tutela y defensa de los intereses colectivos económicos, patrimoniales y profesionales de sus miembros.
Desde la asociación, se pretende promover también la creación de vedados privados de recursos silvestres, figura reconocida en la Ley Agraria, a fin de mejorar la gestión y protección de los recursos forestales silvestres de fauna y flora, como las especies apícolas, los caracoles, las plantas aromáticas, medicinales y de interés gastronómico (espárragos, hinojo, moras, madroños, romero, lavanda…), las especies útiles por su fibra (junco, palmito, esparto…) y los hongos (níscalos, rebozuelos…) y trufas.
Desde la entidad, “también pretendemos informar, formar y asesorar a todos sus miembros de cuantos avances se produzcan en materia legislativa, técnica o profesional”, así como “asesorar en la presentación de planes técnicos de caza y memorias de vedados, recursos silvestres, solicitud de autorizaciones, resúmenes anuales de capturas, recolecciones y acceso a ayudas cinegéticas, agrarias o forestales”, explica José Zaforteza Fortuny.
MAS DE 280 MIL HECTÁREAS VEDADAS
La isla de Mallorca cuenta con una superficie de más de 280.000 hectáreas vedadas para la práctica de la caza, lo que supone un 87% de las 322.000 hectáreas de superficie agrícola y forestal total, y casi el 77% de la superficie total de Mallorca.
De los 1.509 vedados de caza existentes, más del 96% -unos 1.455- son de carácter privado, que en superficie suponen más de 200.000 hectáreas.
