Según ha informado este viernes en rueda de prensa la regidora de Seguridad Ciudadana de Palma, Joana María Adrover, se trata del primer fin de semana --el octavo desde que se "tumbó el estado de alarma"-- en el que se utilizarán estos drones, aunque ha evitado destacar las horas exactas "para asegurar el éxito de la operación".
Este nuevo operativo contra botellones cuenta con la colaboración de Policía Nacional y otras administraciones e incluirá controles de alcoholemia y el cierre de las calles para evitar las aglomeraciones "en un contexto de emergencia sanitaria".
Los controles se desplegarán en los polígonos de Palma, así como en Playa de Palma, Santa Catalina, Sa Feixina o Paseo Marítimo, entre otros, "manteniendo así el equilibrio en la atención de los servicios".
Desde el Ayuntamiento han recordado el nuevo régimen sancionador específico aprobado para afrontar el incumplimiento de las medidas adoptadas, que regulan la participación en reuniones, fiestas o cualquier tipo de acto "esporádico o puntual".
Como mínimo, las multas serán de 1.000 euros y pueden llegar hasta los 5.000 si se incumple la obligación de cuarentena en caso de ser contacto estrecho o positivo.
Desde el inicio de la pandemia, la Policía Local de Palma ha levantado unas 20.000 actas relacionadas con la normativa COVID-19 y ha interpuesto alrededor de 2.750 sanciones relacionadas con botellones en lo que va de año. De ellas, 1.600 se han levantado en Playa de Palma en los últimos dos meses y medio.
Por lo que respecta a los últimos tres fines de semana, se han levantado 615 actas en los dispositivos policiales antibotellón y se han controlado más de 900 vehículos.
Sobre esto, Adrover ha recalcado el "absoluto desacuerdo del Ayuntamiento con este incumplimiento de la normativa", por lo que pondrán "todos los recursos que se necesiten para que cese esta actividad". "Palma es una ciudad turística, pero de un turismo responsable y no de practicar actitudes incívicas", ha concluido la regidora.
REACTIVACIÓN DE LA POLICÍA DE BARRIO
Adrover también ha informado este viernes del funcionamiento de la Policía de Barrio y del desarrollo de las Mesas de Seguridad y Convivencia con los representantes vecinales de los cinco distritos de la Ciudad.
En ellas, se ponen en común "los principales retos de las zonas de cada barrio" y se acuerda un calendario de actuaciones prioritario para cada uno de ellos.
La primera fase de esta iniciativa, que arrancó el pasado mes de febrero, nombró a 55 policías de barrio para los 88 barrios de la ciudad.
En los últimos meses se han activado también estas Mesas, formadas por los comandantes de la Policía Local, así como responsables policiales directos, coordinadores municipales de los distritos y representantes vecinales, para que los vecinos de cada barrio puedan conocer las tareas que se han acordado, así como el cumplimiento y el resultado conseguido por parte de los agentes.
"El balance es muy positivo y satisfactorio", ha dicho Adrover sobre esta iniciativa que reúne mes a mes a los diferentes implicados.
Entre las cuestiones abordadas, la regidora ha ejemplificado que en el distrito de Levante, las preocupaciones van dirigidas a las campañas de información para la venta de alcohol en locales, vehículos abandonados o la vigilancia en los parques, mientras que en el de Poniente se refieren más a vados permanentes ilegales o en desuso, así como el control del tránsito.
Por su parte, en el distrito Litoral, los vecinos piden un mayor control en temas de okupación y botellones, mientras que en el Norte las peticiones van dirigidas a fomentar campañas de sensibilización de vehículos de movilidad personal.
En cuanto al distrito Centro, las Mesas van más enfocadas a cuestiones sobre la sobreocupación de terrazas y el control de los 'puntos más calientes', así como la prevalencia de músicos en las calles.
Se espera que los 96 agentes que actualmente están en prácticas se incorporen a esta plantilla, una vez terminen su formación, para poder "activar la segunda fase del proyecto de reactivación".
