Frau ha hecho estas declaraciones en una entrevista con nuestra compañera Yolanda Hernández en CANAL4 Ràdio, donde también ha reconocido que "durante la primera ola fue una cuestión de suerte. Hay que reconocerlo, nadie estaba preparado. Pero ahora sí que tiene mucho mérito lo conseguido por nuestro buen hacer".
"El perfil de nuestros usuarios es el de una persona mayor, de unos 80-90 años. Todos tienen dependencia y suelen sufrir algún tipo de depresión, además de la pérdida de memoria, sobre todo a corto plazo. Se hace muy duro tener que explicarles constantemente que ha llegado un virus a nuestra vida que lo ha cambiado absolutamente todo", ha explicado Frau.
La directora, que ha tenido que abandonar buena parte de sus labores en el despacho para echar una mano sobre el terreno, ha lamentado que "el coronavirus ha robado de algún modo algo de dignidad a nuestros mayores. Los ha vuelto mucho más dependientes. Les tenemos que acompañar a todo y para todo, para evitar posibles contagios. No pueden compartir nada, todo está individualizado".
