Esta vez, De Santos es investigado en el Juzgado de Instrucción número 42 de Madrid por haber utilizado presuntamente su puesto en una ONG para coaccionar a presos en tercer grado y obligarlos a mantener relaciones sexuales bajo la amenaza de informar en contra de su libertad a Instituciones Penitenciarias y que no volvieran a salir, según eldiario.es.
Javier Rodrigo de Santos ya había sido condenado a dos años de cárcel por gastar 50.000 euros con la tarjeta oficial del Ajuntament de Palma en prostíbulos masculinos, donde contrataba servicios sexuales y gastaba en cocaína importantes sumas de dinero. También fue condenado a 13 años y medio de cárcel en la Audiencia de Palma por abusar sexualmente de dos menores, amigos de sus hijos. El Tribunal Supremo rebajó la condena a cinco años porque consideró probado, entre otras cuestiones, que cuando abusó de un menor de 14 años este no se opuso explícitamente.
En el actual caso, uno de los denunciantes es un joven latinoamericano, de 29 años en el momento de los hechos, que acudió a la Policía el 19 de octubre de 2017. Ante los agentes del Grupo XXII de la Unidad de Familia y Mujer (UFAM) de Madrid explicó su historia. La víctima había sido condenado a 6 años y 1 día de cárcel por intentar introducir cocaína desde su país. Sin arraigo en España, estuvo tres años en la cárcel sin un solo permiso y la ONG del Padre Garralda constituyó su oportunidad para poder empezar a salir de la prisión.
En sus días en libertad, el preso comía y dormía en la casa de la ONG Nuevos Horizontes para facilitar la reinserción de los presos. El joven contó a la Policía que mantuvo relaciones sexuales en ocho o nueve ocasiones con el expolítico del PP "bajo la coacción de que en caso contrario le quitaría el aval, esto es, efectuaría informes desfavorables para Instituciones Penitenciarias, lo que podría tener un efecto negativo en la concesión de permisos penitenciarios" según consta en el auto al que ha tenido acceso eldiario.es.
Una semana después, otro joven del centro explicó que Rodrigo de Santos tiene un piso en Alcobendas y que le invitó a la vivienda en varias ocasiones, que en una de ellas le intentó tocar sus partes íntimas y que el joven hiciera lo propio con él, amenazándole con retirarle el "aval" si no mantenían relaciones íntimas. Además aportó unos mensajes de whatsapp con el denunciado.
