La FEBT pide a los ayuntamientos su apoyo para reducir el impuesto de circulación

Imagen de archivo de Salvador Servera, gerente de la FEBT

El Gerente de la FEBT, Salvador Servera, ha señalado que a la vista de los datos obtenidos y en cuanto a Baleares, queda constatado que Palma y Sant Francesc Xavier de Formentera son los municipios donde el promedio de dicho impuesto aplicado a todo tipo de vehículos, se encarece de forma considerable. De cerca le siguen los municipios de Eivissa, Maó, Manacor, Inca o Alcúdia.

Sin embargo, el Ayuntamiento de Alaior destaca por sus tarifas más bajas respecto a dicho impuesto.

En este sentido, Servera ha destacado que, por ejemplo, si se trata de un vehículo de hasta 16 caballos fiscales, el precio estipulado en Palma asciende a 143,88, el más caro juntamente con Formentera, que es el mismo, frente al marcado por el consistorio de Alaior, que se sitúa en los 87,77 euros.

Si en cambio se trata de camiones, y tratándose en este caso de un tonelaje situado entre las 3 y las 10 toneladas aproximadamente, nuevamente se vuelve a producir el mismo caso en comparación, es decir, Palma y Formentera aplican una tarifa de 237,28 euros, mientras que Alaior aplica unos 148 euros, aunque en este caso le queda por debajo el municipio de Sineu, cuya cifra se sitúa en los 147,11 euros.

Por si no fuera poco, si los autocares de más de 50 plazas en Palma y Formentera a la par tienen que hacer frente a dicho impuesto, éste se sitúa en los 296,6 euros, frente a los 183,61, curiosamente en este caso, de Campos.

En tal sentido, el Gerente de la FEBT ha explicado que ante la disparidad de tarifas en cuanto a los Impuestos de Circulación de cada municipio, una opción adecuada sería unificar sin distinción las  mismas, a la vez que proceder, mediante la modificación de las ordenanzas municipales sometiéndolas a la autorización de las instancias gubernamentales, una rebaja del 25%, plenamente justificado por aquellas empresas que durante la pandemia permanecieron sin actividad durante los tres meses que duró el confinamiento a principios del presente año. Recordemos que la flota del transporte de viajeros quedó prácticamente paralizada desde que se decretó el estado de alarma, limitándose de esta forma casi todos los trayectos y con una facturación de menos un 95%, en comparación a 2019.

Con ello, según Servera, más que una ayuda directa al sector del transporte, se conseguirá reducir, aunque sea en una medida muy reducida, las pérdidas que están soportando la mayor parte de las empresas del transporte de Baleares, viéndose ya algunas de ellas abocadas a su cierre definitivo si la actual situación persiste muchos más meses.

Es más, según Servera, lo deseable para el sector, y que demostraría la buena voluntad y apoyo de los Ayuntamientos sería establecer una bonificación provisional, mientras dure la crisis, para los vehículos matriculados en Baleares del 50%, tal como tienen establecido Ceuta y Melilla.

Comentarios