No olvidemos, las mujeres, que durante nuestro ciclo vital tendremos muchas posibilidades de jugar ambos papeles: el de nuera, pero también el de suegra. Y éste es mucho más peliagudo que el otro.
Recordad que hay que ser muy cautas, y que del mismo modo en que vosotras pudisteis elegir con quién estar y con quién no... vuestros hijos e hijas deben correr la misma suerte. Aunque sus parejas no sean de vuestro agrado, debéis respetar la libertad de vuestros hijos.
Hay batallas, como la de las suegras contra las nueras, que ya están perdidas incluso antes de iniciarse. Pierden todos: los hijos, las nueras, las suegras e incluso los nietos si los hay.
No os perdáis la reflexión de hoy, la buena suegra. Os invito a que valoréis vuestro rol si es que estáis en alguna de estas situaciones. ¡Feliz semana!