El consejero de Presidencia, Antoni Fuster, ha explicado que "la institución insular ha llevado a cabo un procedimiento participativo y transparente, que cumple con todas las garantías jurídicas y que ha dado voz y voto a todos los interesados". El Consell de Mallorca ha realizado tres procesos participativos, abriendo la decisión a la opinión de todos los municipios, de los historiadores y de la ciudadanía.
En primer lugar, el presidente, Llorenç Galmés, envió una carta a los 53 alcaldes y obtuvo respuesta de 30, de los cuales 28 mostraron su conformidad con el cambio, uno en contra y otra necesitaba obtener más información. Por otro lado, ha contado con tres informes de historiadores expertos en la materia y miembros de la Real Academia Mallorquina de Estudios Históricos, Genealógicos y Heráldicos, que establecieron que el día más apropiado para conmemorar la celebración es el 12 de septiembre.
Por último, se abrió un trámite administrativo que permitía a cualquier ciudadano registrar las alegaciones oportunas respecto a la modificación de fecha. Se registraron dos alegaciones: una por parte del PSOE y otra por la entidad OCB, ambas han sido desestimadas por los técnicos jurídicos de la institución insular en tiempo y forma.