El pasado 28 de abril, un paciente del centro de salud Martí Serra del Pont d’Inca, visiblemente alterado, propinaba varios puñetazos en el rostro a un médico, fracturándole la nariz y dándose posteriormente a la fuga.
"Hace dos semanas un compañero fue agredido brutalmente con fractura de los huesos de la nariz, posiblemente le tengan que intervenir, por simplemente llevar a cabo su trabajo", ha explicado la coordinadora del Centro de Salud Martí Serra, María Teresa Benedí Sánchez, añadiendo que "no hubo ningún motivo de agresión, el médico solo le dijo al paciente que se tranquilizase, que sino no lo podían atender y habría que llamar a la Policía y en ese momento le asestaron varios puñetazos, de hecho el compañero no sabe ni precisar cuántos fueron, pero la violencia nunca está justificada".
Para condenar esta actuación, el personal del centro de salud se ha concentrado a las puertas del centro acompañados por otros pacientes, miembros de Simebal y del Colegio de Médicos, la Policía Local y el equipo de gobierno de Marratxí. Todos juntos han querido solidarizarse con su compañero y condenar cualquier tipo de agresión a profesionales sanitarios.
"El clima en el centro es de frustración", ha lamentado la coordinadora del centro de salud, dejando claro que "intentamos dar todo por nuestros pacientes cada día. No puede ser que la frustración de los pacientes respecto a las carencias que haya en sanidad recaiga sobre los pacientes, es muy injusto".
Agresiones como la vivida en el centro de salud Martí Serra, por desgracia, no son aisladas, el personal sanitario denuncia que van en aumento, especialmente, debido a la falta de recursos humanos y materiales que padecen en los centros de Atención Primaria.
"Cuando los recursos sanitarios son limitados, hay conflictos", advierte Benedí, poniendo de manifiesto que "se producen agresiones verbales en los mostradores y el clima de agresiones está siendo creciente en todos, por la disparidad que hay entre la necesidades de los clientes y los recursos que podemos dar".
Por todo ello, reclaman al Ib-salut que ponga más medios para lograr acabar con las agresiones a profesionales en los centros sanitarios de las Islas.