Su presidente, Josep Reyes, ha estado presente en este acto simbólico, donde ha recordado la importancia de una detección precoz para aumentar los casos de supervivencia de uno de los cánceres que más mujeres mata, después del de colon.
"Solo en Baleares se diagnostican 770 casos al año. Se trata de una enfermedad que causa un impacto enorme sobre las personas que lo padecen. De hecho, el 35% de las mujeres que sufren cáncer de mama pierden su trabajo y el impacto económico global es de unos 40.000 euros para la persona que pasa la enfermedad", ha destacado el propio Reyes.
Por su parte, la especialista en Oncología del Hospital Universitario de Son Llàtzer, también ha incidido en la importancia de este diagnóstico precoz, ya que "supone menos tratamientos, tratamientos menos agresivos y también, evidentemente, un menor estrés para la paciente".