Desde primeras horas de la mañana, el cielo estará cubierto de intervalos de nubes.
Por ello se esperan en toda la isla de Menorca y en el norte de Mallorca chubascos ocasionales y dispersos, que pueden fácilmente evolucionar a las tormentas propias de este fin del verano.
No se descarta, incluso, que sean fuertes, por lo que deberemos extremar las precauciones después de las trágicas consecuencias del granizo en Cataluña.
El viento soplará de componente sur-suroeste, con procedencia africana y acumulando humedad y temperatura al atravesar el Mar Mediterráneo, que sigue con el agua en máximos históricos. La sensación, por tanto, será de bochorno, más acusada en las horas nocturnas.
El termómetro oscilará, con todo, entre los 25 grados en las horas cercanas al amanecer y los 31 a primeras horas de la tarde.