El presidente de la Federación de la Cofradía de Pescadores de Baleares, Domingo Bonnín, coincide en que, al igual que sucede en el campo, el sector pesquero está obligado a cumplir una normativa de Bruselas que no se exige, por ejemplo, al pescado que procede de países no comunitarios. Hay mucho malestar con todo lo que deriva de la normativa comunitaria", ha reconocido Bonnín.
"El sector primario comparte los mismos problemas", ha afirmado Domingo Bonnín, quien ha explicado que "la normativa comunitaria es muy estricta, es café para todos. Nos obliga a unas condiciones diferentes a los que vienen de fuera y tenemos unas restricciones pesqueras que no tienen ningún sentido porque nuestra zona no está sobreexplotada". Los pescadores aseguran sentirse discriminados.
El plan de actuaciones a seguir se decidirá en una próxima reunión de la Federación Nacional de Cofradías de pescadores.