Desde este miércoles varios operarios se encargan de tapiar todos los accesos al recinto del antiguo cuartel de Son Busquets a excepción de la puerta principal para evitar que entren okupas en las instalaciones.
Y es que el recinto de 11 hectáreas de extensión carece de vigilancia, al quedar desierto el concurso de seguridad convocado por la Entidad Pública Empresarial de Suelo (SEPES) hasta en tres ocasiones. Ante esta falta de interés de las empresas de seguridad se ha optado por sellar todas las entradas a excepción de la principal.
Una medida muy esperada y demandada por los vecinos de la barriada de Cas Capiscol que llevan años reclamando una solución para estas antiguas instalaciones militares que llevan abandonadas más de dos décadas y en las que en los últimos meses, ante la falta de seguridad, se han instalado okupas e incluso se ha encontrado un cadáver.
Cabe recordar que el antiguo cuartel de Son Busquets pertenece actualmente al SEPES, y en él está previsto construir 830 viviendas públicas.
