Así lo ha expresado este lunes Armengol, quien ha asegurado que esta cuestión se tratará en el Consell de Govern de este próximo viernes, donde se aprobarán las nuevas medidas para que entren en vigor el próximo 15 de marzo.
"Nuestra idea es ir permitiendo más libertades a los ciudadanos, si la condiciones sanitarias lo permiten", ha indicado Armengol.
En este sentido, ha apuntado que se están estudiando con el equipo de asesores las medidas que afectan a los sectores de la restauración, comercio y gimnasios, y ha destacado que durante esta semana se seguirá negociando con los agentes sociales y económicos, porque "no hay una decisión tomada".
También ha reiterado que cada isla tiene una situación diferente por lo que se presentarán propuestas distintas para la desescalada en cada una de ellas.
A pesar de que la situación sanitaria está mejorando en Baleares, la presidenta ha pedido prudencia a la población y ha insistido en la necesidad de realizar una desescalada lenta, puesto que los contagios de COVID-19 siguen subiendo en otros países y la cepa británica ha avanzado en las Islas.
Así, ha reclamado a los empresarios que velen por el cumplimiento de la normativa COVID en sus negocios, dado que durante este fin de semana se han interpuesto muchas sanciones y se han realizado numerosas inspecciones. "Es importante que no vuelvan a aumentar los contagios, depende de todos nosotros", ha recordado, a la vez que ha añadido que "lo más importante de todo es salvar vidas".