Desde el Bisbat de Mallorca han explicado que tanto el obispo de Mallorca como sus predecesores, "por el hecho de estar adscritos a la unidad sanitaria de la Casa Sacerdotal -también conocida como residencia de Sant Pere i Sant Bernat- , es usuario activo y está incluido en todos los protocolos sanitarios que se siguen en esta Casa".
En consecuencia, Taltavull recibió la primera dosis de la vacuna de la COVID-19 el pasado 5 de enero, como el resto de los residentes, religiosas y empleados de la casa. "Las cuestiones médicas, de enfermería y las vacunas habituales, como la de la gripe, le son administradas en la Casa Sacerdotal. Además, se ha sometido a todos los cribados de pruebas pertinentes en este centro durante el tiempo de pandemia", señalan en el comunicado del Bisbat de Mallorca.
En este sentido, aseguran que "el obispo lamenta la confusión que haya podido crear esta situación" y manifiesta que "en ningún momento ha habido la más mínima intención de actuar en contra del protocolo establecido por las autoridades sanitarias". Por eso, pide "perdón por el malestar que haya podido provocar este hecho".