Dicha actividad, que se ofrece bajo el epígrafe de “La última visita”, se practica en unas galerías de unos 200 metros cuadrados que fueron construidas, según cuenta la leyenda, en la zona más oscura de la Fortaleza, en pleno siglo XIX bajo el imperio de Isabel II, para trasladar a los delincuentes de cualquier parte del reino que eran condenados a muerte por sus crímenes. La galería era su último espacio donde depurar sus pecados. Así, se trata del lugar más apropiado para esta prueba con una carga elevada de adrenalina, pero en la que no importa la edad ya que se adapta a cualquier tipo de perfil de usuario.
El año pasado un total de 1.200 residentes disfrutaron de dicha actividad y, además, aprovecharon para realizar una visita guiada al conjunto de la Fortaleza.
Es importante destacar también que el monumento estrenará en escasos días un recorrido por sus instalaciones mediante un código QR, una iniciativa que permitirá realizar la visita al monumento de manera individual, utilizando el teléfono móvil y la conexión Wifi gratuita que se facilitará a la entrada, evitando así las aglomeraciones y las concentraciones de grupos numerosos de personas.
Otra actividad que este año se ha dotado de más recursos son las visitas teatralizadas “La sombra de La Mola”, que tanto éxito han obtenido en pasadas ediciones, y se mantienen también, por su gran acogida, las visitas nocturnas y los desayunos con el primer amanecer de España.
Otros dos monumentos gestionados por el Consorcio Militar de Menorca, es decir, el Castillo de San Felipe y el Museo Militar de Menorca, han abierto también de nuevo sus puertas para recibir las visitas de residentes y turistas.
El Consorcio Militar de Menorca recomienda consultar con antelación el horario de visitas a dichos monumentos y los precios de las entradas en las páginas web www.consorciomilitarmenorca.com y http://www.fortalesalamola.com/.
