La racha del balcánico en la Rod Laver Arena llegó a su fin, después de cinco años y 33 partidos sin perder en el Abierto de Australia. Djokovic, que se perdió la edición de 2022, se quedó a ocho victorias de igualar el récord del sueco Bjorn Borg, que fue capaz de ganar 41 consecutivos en Wimbledon.
Por su parte, Sinner se confirmó como el quinto tenista italiano en disputar una final de un 'slam', y se unió a sus compatriotas Nicola Pietrangi, Matteo Berrettini, Giorgio de Stefani y Adriano Panatta.
Con la eliminación de Djokovic consumada, será la primera vez desde 2005 en el que la final del 'major' oceánico no cuenta con el suizo Roger Federer, el español Rafael Nadal o el tenista balcánico.
«Fue un partido muy duro, he empezado muy bien. Él no estaba tan bien en los dos primeros sets, en el tercer set fallé esa derecha con punto de partido. Pero esto es tenis, y tenía que seguir», afirmó Sinner en la entrevista realizada por el estadounidense Jim Courier tras la conclusión del choque. «Siempre es bueno tener a este tipo de jugador delante, porque puedes aprender mucho. El año pasado perdí en Wimbledon contra él, pero aprendí mucho», agregó.
«Jugamos muy similar, tienes que intentar devolver tantos saques como sea posible. Intentar moverle de lado a lado, pero no voy a desvelar mi estrategia», dijo tras superar al balcánico en tres de los últimos cuatro encuentros.
«Me dijo después del partido que fuera más impredecible, moviendo más la pelota. He mejorado mucho mi saque, pero todavía puedo mejorarlo más», agregó después de que Courier recordara que el de Belgrado le dio un par de consejos al transalpino cuando le superó por primera vez en Montecarlo en 2021.
Con aroma de final anticipada, el público de la Rod Laver recibió con una ruidosa ovación a los dos tenistas más en forma del circuito, que estaban a punto de arrancar el séptimo episodio de una saga que lideraba el balcánico por 4-2 antes del choque.
El primer punto del partido fue un augurio de la tónica que adquiriría un choque marcado por la consistencia, la paciencia y los largos peloteos. El transalpino fue superior en estos aspectos y sorprendió al campeón de diez grandes con una rotura a las primeras de cambio, que silenció los impetuosos ánimos en serbio desde la grada.
El guión recordaba a aquellos cuartos de final de Wimbledon en 2022, cuando el transalpino se apresuraba en tomar una iniciativa que no soltaba con una limpieza en sus golpes que reducían al maestro Djokovic, que parecía un tenista de una calidad inferior.
Se agenció el primer set por 6-1 en tan sólo 35 minutos, tras rozar la perfección con tan sólo cuatro errores no forzados, que contrastaron con los 15 que cometió el vigente campeón.
Ambos tenistas reúnen condiciones muy similares, sólidos por los dos lados y un gran dinamismo en el juego de pies que les permite defender con éxito en situaciones muy adversas. Sin embargo, Sinner, con más frescura por los 14 años de diferencia, privó al balcánico de potenciar su principal ventaja, la variedad en los tiros y la posibilidad de acabar en la red, al tomar la iniciativa con una gran eficacia con el servicio, el resto y los primeros tiros.