El mallorquín cometió demasiados errores no forzados y no pudo recuperar las roturas de servicio del tenista alemán en el primer y segundo parcial.
Y eso que el primer set iba bien para Nadal, con 4-2 arriba y sacando, tras romperle el servicio al de Hamburgo, para situar un hipotético 5-2 que no llegó, con un Zverev que le devolvió la moneda al balear y enlazó, además, cuatro juegos para cerrar el set a su favor.
Nadal se descolocó. Tuvo algunos momentos buenos, grandes dejadas y potentes golpes de derecha, pero Nadal no fue él, no fue la mejorada versión que se vio en Barcelona para ganar de nuevo otro Godó. Esta vez, enfrente, tuvo a un Zverev que fue a más y que creyó ciegamente en su juego, en poder batir al fin a Nadal en la arcilla.
En el segundo y definitivo set, pues no hubo opción de remontada, Zverev guardó bien su saque, sin dar opción de rotura al manacorí. Nadal salvó con una dejada espectacular el primer 'break point' en contra, pero en el quinto juego ya no pudo salvar las dos bolas de rotura que tuvo el alemán, que aprovechó la primera para ponerse 2-3 arriba.
Defendió su saque, como siempre en la segunda manga, un Zverev que no cerró antes el partido por el pundonor de Nadal, que salvó dos bolas de rotura en contra en el séptimo juego, levantando un 15-40 para poner el 3-4. Pero, con 4-5 en el marcador y Zverev sacando por ir a la siguiente ronda, el alemán volvió a sacar el martillo y aprovechó la primera de las dos bolas de partido. Fin para Nadal.
Zverev se medirá en semifinales al austriaco y tercer cabeza de serie Dominic Thiem, que superó al estadounidense John Isner en tres sets (3-6, 6-3 y 6-4) remontada incluida. Hasta el momento, el balance es de 8-2 para Thiem, pero Zverev le ganó en la final de 2018 en Madrid, en la Caja Mágica, por un doble 6-4. Si le doblega de nuevo, estará más cerca de un segundo título en la Manolo Santana.
El de Manacor ya prepara su participación en el Masters 1.000 de Roma de la próxima semana, último gran torneo sobre tierra batida antes de Roland Garros.