"Yo no tengo que entenderlo, tengo que aceptarlo. Si me preguntas si estaba capacitado, yo creo que sí. Tengo que aceptarlo y deseo que el que venga lo saca. Creo que en los últimos partidos no hemos tenido suerte. No me faltaban fuerzas y estoy capacitado. Sólo puedo desearle lo mejor al que venga y le digo a Pablo que el que venga puede contar conmigo".
"El equipo está vivo y el que venga no se va a encontrar un vestuario muerto, ni jodido. Está vivo y el objetivo está a un empate, es factible".
"El sentimiento es de un poco de todo. Rabia porque creía que estaba capacitado para sacarlo y de sentimiento y de pertenencia. Llevo cuatro países y muchos equipos y me sentía que era mi equipo, mi plantilla. Es por el cariño que siento por la gente de aquí. Para mí era una delicia ir a trabajar a Son Bibiloni".
"No existe el entrenador que no se equivoca, pero las decisiones se toman por el bien común y no estoy dolido con nadie. No te vas dolido y sí con la cabeza muy alta
No he hecho ni de embajador, ni de portavoz. Me he sentido entrenador de fútbol y quiero dar lo máximo al club en el que estoy".