Acabamos de entrar en una semana distinta. Diferente. Huele a partido especial. Huele a derbi. Todo lo que ha pasado hasta ahora da igual. Los dos quieren ganar. El Mallorca viene de perder su primer partido de la temporada y el Baleares de ganar su primer partido en casa.
Ya han pasado 38 años desde la última visita del Atlético Baleares al campo del primer equipo del Mallorca para disputar un partido oficial. En la primera vuelta Baleares y Mallorca empataron a cero, por lo que ninguno ha conseguido clavar la bandera.
El morbo del derbi será la guerra entre aficiones. Son Moix se vestirá de gala y presentará el mejor aspecto de la temporada. Varios cientos de aficionados blanquiazules se desplazarán al estadio bermellón para apoyar a su equipo y empujarles a la victoria.
Los dos equipos de la isla de Mallorca han vivido situaciones dispares a lo largo de la temporada. El Mallorca es líder, pero con dudas. El Baleares está en promoción de descenso, pero con menos dudas. Resultados negativos para los de Vicente Moreno y positivos para los de Melgarejo. Desde la marcha de De la Morena el Mallorca ha cosechado la mala racha. ¿Casualidad?.
Lleguen como lleguen, estén como estén, en un derbi no hay favorito que valga. El Mallorca tiene mejor equipo, pero no se puede desconfiar del equipo blanquiazul. Los aficionados queremos disfrutar del buen fútbol, del espectáculo, pero sobretodo con respeto. Aficionados y jugadores. Todos y cada uno de ellos. Disfrutemos del fútbol de la isla.