El crédito de Armando de la Morena se ha agotado y el club debería tomar una decisión porque los estímulos y sensaciones que trasmite el Atlético Baleares cada vez son peores. Con actitud y corazón no basta para ganar en Segunda B, y evitar el descenso a Tercera debe ser ya el objetivo.
El Llagostera fue año y señor del partido durante la primera mitad, y aprovechó un lanzamiento magistral de Pitu para adelantarse en el marcador. Ya en la segunda parte, la precipitación del Atlético Baleares con centros sin sentido fue una constante. El único recurso fue volver a colocar a Vallori de delantero, un movimiento que permitió a los centrales visitantes fijar mejor las marcas y que el Atlético Baleares no aprovechara su superioridad numérica sobre el terreno de juego.
Dos remates inocentes de Gerard Oliva fueron lo más peligroso de un equipo que deambula por Son Malferit
La afición volvió a pedir la cabeza de un técnico que sigue sin encontrar soluciones.