Empezaron la serie décimos tras un salto de baja dificultad. (2.0). Había que subir y ese escalón de cinco puestos lo dieron ya en el segundo. Tenían que fluctuar en el quinto o sexto puesto para alcanzar la plaza olímpica, que era el objetivo. Pero ese objetivo, a medida que pasaban los saltos y ellos se encontraban cada vez mejor, pasaba a diluirse como un azucarillo.
De hecho, en el quinto salto se colocaron cuartos y el staff técnico barruntaba exitazo. Así fue, en el sexto no podían fallar y con 78.54 puntos se colocaban en bronce, a menos de un punto de una colosal Italia y batiendo de forma increíble a superpotencias mundiales como México, Gran Bretaña y Ucrania. Comer, aunque sea de vez en cuando, en la mesa de los grandes, sabe a gloria.