Sant Llorenç pone punto y final a la peor tragedia vivida en décadas con el hallazgo de Arthur

Sentimientos contrapuestos este miércoles mediodía en Sant Llorenç. Tristeza porque los peores pronósticos se materializaban y confirmaban la muerte del pequeño Arthur de seis años en la riada del pasado martes 9 de octubre.

Pero a la tristeza le acompaña el alivio de poder poner punto y final al peor capítulo vivido en esta comarca mallorquina en las últimas décadas.

Han sido siete días de trabajo ininterrumpido por parte de los equipos de rescate y emergencias integrados por bomberos, policías, guardias civiles, militares, voluntarios y en las últimas horas también por especialistas geólogos y físicos.

Finalmente el cuerpo sin vida de Arthur Robinson de seis años y el mediano de tres hermanos ha aparecido enterrado muy cerca de donde se encontró el vehículo familiar en el que viajaba en compañía de su hermana pequeña Úrsula y su madre Joana.

La fuerza maldita de la riada los sorprendió en su caso por la rotonda de Sant Llorenç en dirección a Son Carrió. De hecho, este ha sido el fatídico lugar donde han encontrado el cuerpo de Arthur.

Su hermana pequeña, Úrsula, la única superviviente de aquel fatídico viaje de vuelta a casa fue rescatada por un ciclista alemán que también fue sorprendido por la tormenta.

Con Arthur, son 13 las personas que han fallecido por culpa de la riada mortal del Llevant de Mallorca.

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