La ‘molécula de Dios’, la nueva droga de moda, llega a Eivissa

Una nueva droga ha llegado a Eivissa. Se presenta como parte de un ritual chamánico ancestral cuyo objetivo es hermanarse con los espíritus. La droga se denomina popularmente ‘escamas de sapo’. Y también ‘molécula de Dios’.
El DMT, que así es denominada en ámbitos científicos, es una droga del ámbito de las psicotrópicas, también conocidas como psicodélicas. Son sustancias que alteran el estado mental del ser humano produciendo percepciones, visiones o pensamientos totalmente distintos a los habituales. El hecho de que perturben el estado cerebral ha hecho de los psicotrópicos grandes aliados, precisamente, de chamanes y ritos religiosos, así como de los neurocientíficos, que buscan entender a través de ellos el funcionamiento del cerebro.
La dimetiltriptamina o DMT -popularmente conocida como ‘molécula espiritual’, ‘molécula de Dios’ o ‘escamas de sapo’- es segregada por el cerebro humano en experiencias cercanas a la muerte y, aunque se consuma una muy pequeña cantidad, produce alucinaciones muy intensas y elaboradas.
El DMT es una molécula de estructura sencilla que, al igual que otros psicodélicos, actúa directamente sobre los receptores de serotonina del cerebro. Está presente de manera natural en gran cantidad de plantas y animales. Entre ellas, la Mimosa tenuiflora, un arbusto americano utilizado por los chamanes de las tribus del Amazonas para fabricar la famosa ayahuasca. Sin embargo, lo que más ha llamado la atención a los científicos que han estudiado el DMT es que puede encontrarse en pequeñas cantidades en el cerebro humano.
Se produciría principalmente en ciertos estados psicóticos naturales como el nacimiento, los sueños y las experiencias cercanas a la muerte. Así, el DMT podría explicar las visiones relatadas por muchas personas que han estado en esta situación.
Pero, más allá de la realidad científica, las ‘escamas de sapo’ o ‘molécula de Dios’ ya está en varios lugares de moda, entre ellos Marbella y Eivissa.
Por 200 euros por sesión, disfrazada de ritual espiritual, los ‘facilitadores’ de la droga escenifican en lugares apartados, playas y escenarios recónditos consumos colectivos de la droga en un ámbito de espiritualidad compartida. Lo cierto es que la agencia antidroga de Estados Unidos -la DEA- ha catalogado a la ‘molécula de Dios’ como una sustancia controlada de tipo 1 (las más peligrosas y penadas) en Estados Unidos. Eso comporta que la posesión, el uso y el tráfico del DMT sea ilegal y considerado por las autoridades norteamericanas al mismo nivel de ilegalidad que el LSD o la heroína.
El ritual tipo se hace en una playa, a imagen y semejanza de las ceremonias tribales donde acuden a ‘vapear’ las 'escamas del sapo'. En cuestión de segundos, los consumidores viven una transmutación y experimentan ese nuevo renacer a base de visiones y alucinaciones. La transformación es dantesca: algunos gritan, otros escupen, la mayoría lo ve todo oscuro y borroso… Todo un trance.
La Policía española, por el momento, ha tomado nota del repunte en algunas fiestas de moda, aunque la preocupación aún no llega a las cotas que provocan las drogas clásicas y se espera que, como toda moda, sea pasajera.
La ‘molécula de Dios’ viene con la peculiar tarjeta de visita de aparecer en series de moda como ‘Sense 8’ –creada por las hermanas Wachowski– y ya ha sido incorporada en diversas secuencias en las que se ven los efectos del "renacer interior" de los personajes que la consumen. La imagen que ilustra esta información es, precisamente, de la serie 'Sense 8'.