OPINIÓN / "Ni están ni se les espera", por Joan Martorell

govern de les illes balears

Tras el nombramiento de la canaria Matilde Asián en la Secretaria de Estado de Turismo, no hay presencia balear en el gobierno de Rajoy. Ni están ni se les espera. Desde la organización regional del partido se filtra que su presidente negocia algún cargo para su gente en Madrid, sin importar el nivel. En el caso que fuera cierto que Miquel Vidal se atreviera a tanto, resulta un tanto patético. La lista de auto candidatos a la máxima responsabilidad turística había ido engrosando a medida que pasaban los días y los aspirantes se han quedado compuestos y sin cargo.

La campaña del ex presidente Bauzá para ser designado ministro ha registrado momentos gloriosos: los grandes del turismo nacional piensan en un gran gestor, razón por la que me llevan en volandas al ministerio. Asombroso. A Bauzá ya no le hacían caso ni siquiera cuando era presidente de Baleares. Cuando el gobierno de mayoría absoluta de Rajoy, 2011, quien había sido secretario general del partido con Bauzá, el hoy senador Miquel Ramis, llegó a creerse su nombramiento para el alto cargo turístico. Luego, al ser Isabel Borrego quien accedió a la responsabilidad, el ex presidente intentó apropiarse de la paternidad de la elección, pretendiendo obviar la relación de la nueva secretaria de Estado con el dirigente Vicente Martínez Pujalte, entonces muy cercano al presidente del PP y del gobierno.

Para la dirección general de Génova, y lo mismo ocurre en Ferraz, Baleares es un lugar magnífico para las vacaciones y todavía mejor para recaudar impuestos, en el caso de fijarse en las Islas desde el gobierno. Y ahí se acaba la influencia balear de los dos grandes partidos.

Es cuestión de peso político y Baleares no lo tiene entre otras razones por la sumisión de las organizaciones territoriales de los partidos a los dictados de sus direcciones nacionales, aunque puedan ir en contra de los intereses de las Islas. En un escenario como el actual, un solo voto de Coalición Canaria en el Congreso es más efectivo que todas cuantas peticiones pueda hacer la presidencia del PP de Baleares, hay que insistir, en el caso que se diera tal extremo. Así, no es descabellado interpretar el nombramiento de Matilde Asián al frente de turismo como un gesto del gobierno de Rajoy hacia las islas atlánticas, además de las concesiones presupuestarias que habrá conseguido la diputada de Coalición Canaria, por la importancia de su solitario voto. En Baleares seguimos votando a PP y PSOE, y a Ciudadanos y a Podemos. No aprendemos.

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