Las caravanas reclaman zonas de acampada frente a las protestas de los vecinos
Las caravanas, pese a ser similares a furgonetas grandes o camiones pequeños, no tienen la misma regulación que estos vehículos industriales. El motivo: en ellas se puede vivir.
La normativa vigente estatal, que afecta a todos los municipios del país, señala que las caravanas pueden realizar, textualmente, “maniobras de parada y estacionamiento en las mismas condiciones y con las mismas limitaciones que cualquier otro vehículo", según la Instrucción 08 V t4 de 2008 del Gobierno de España. Es decir, como todos los otros coches y furgonetas.
Sin embargo, y también según la normativa general española, está absolutamente prohibido acampar en cualquier punto de la geografía que no esté expresamente habilitado para ello.
Combinando las dos normas, los caravanistas pueden pasar las noches y los días que consideren oportunos en cualquier punto en los que un vehículo esté autorizado a aparcar.
Sus usuarios pueden, por tanto, salir y entrar de las caravanas como si fuera su coche, dormir dentro, comer en el interior y pasar allí todas las jornadas que quieran, pero siempre sin ubicarse fuera del vehículo con ningún elemento, ya que eso se consideraría acampada. Y las acampadas solamente se pueden desarrollar en espacios específicamente autorizados.
Por consiguiente, los vecinos de zonas urbanas que protestan al ver aparcadas caravanas frente a sus casas solamente podrán denunciarlas si se acampa fuera de ellas. Si los usuarios duermen y viven dentro, no se produce ningún incumplimiento sancionable.