La inflación siembra dudas sobre la temporada turística
Sumar, restar, valorar, comparar y -finalmente- elegir. Así será el proceso que seguirán en los próximos meses los turistas -tanto nacionales como extranjeros- a la hora de decidir cuál va a ser su destino vacacional de este año.
El aumento de todos los precios, la inflación y el coste de la vida en los países de origen serán determinantes a la hora de volar hacia un destino u otro o, incluso, quedarse en casa. Otras variables -como el paisaje o el atractivo de ocio- quedarán relegadas a un segundo plano.
El informe anual sobre la coyuntura económica de las Islas Baleares, realizado por el departamento del BBVA Research, señala que este será el nudo gordiano a deshacer para determinar, finalmente, si la temporada ha sido o no ha sido buena.
Un aumento de todos los precios que repercute en el poder adquisitivo de los trabajadores del sector turístico y que en Baleares ha sido compensado con la firma de un nuevo convenio colectivo que supone un aumento del 8,5 por ciento de los sueldos en dos años.
Pese a todas las incertidumbres futuras, los expertos del BBVA Research concluyen que el crecimiento del PIB de Baleares no frenará, aunque su crecimiento quedará ralentizado por las incertidumbres que aún persisten, como son la guerra de Ucrania, el precio de los combustibles, el gas y la electricidad y las incógnitas que aún existen sobre los suministros procedentes de China.
Todo ello, además, con un enfriamiento progresivo del mercado inmobiliario provocado por la desaceleración de la compra de viviendas por parte de inversores extranjeros y la competencia de mercados turísticos como Portugal, Canarias, la costa del Levante español y, sobre todo, Croacia.