Balears, la comunidad con el combustible más caro pese a sus necesidades de movilidad

El coste que pagan los consumidores baleares por el combustible que consumen es cada vez más alto. Si bien es una cuestión que se aborda año tras año, parece que el aumento es irrefrenable.

Este 2019 se salda con una notable subida en el precio de la gasolina y el diésel, de gran impacto para consumidores y empresarios de las Illes. Este año, Balears se sitúa en la cumbre del precio del gasóleo, siendo la comunidad autónoma donde más se paga por su consumo.

Si bien no es el primer año en el que nuestra comunidad se alza como la región más perjudicada por esta coyuntura, los precios no ceden y continúan haciéndose más prohibitivos con cifras que son prácticamente insostenibles. Además, y pese a los esfuerzos de la Administración por revertir el modelo actual, el transporte público no es hoy en día una opción viable para casi ningún ciudadano balear, relegado a hacer uso de su vehículo personal por la incapacidad de reconvertir el modelo de transporte.

Una circunstancia que no hace sino agravar la ya de por sí complicada realidad de las Illes: pagamos más por un combustible que sí necesitamos por la falta de eficacia en el servicio público de transporte.

Así, el precio del combustible es un arma de doble filo. Por una parte, es un bien altamente necesario en nuestra comunidad por las necesidades de movilidad inherentes al territorio y de la configuración de la red viaria y, por otra, sufre de subidas que no limitan su uso, pero sí perjudica caño tras año al bolsillo del ciudadano de a pie.

Y es que, pese a la inminente necesidad de revertir el impacto de los carburantes en el medio ambiente, esta acción no es (ni será) posible si desde la Administración no se abordan soluciones que contemplen los desafíos actuales de nuestra comunidad para desplazarse en el territorio autonómico.

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