Y entonces vino un senador...
Hoy vengo bien dispuesto a contaros la historia de aquel peluquero que se decidió a hacer una semana de servicios comunitarios y no cobraba sus servicios. El peluquero, el panadero y tantos otros se lo agradecieron correspondiéndola con sus respectivas creaciones o productos propios.
El problema llegó el día que acudió un senador a la peluquería. Al día siguiente la realidad había cambiado drásticamente. Aunque si queréis saber los motivos tendréis que escuchar mi historia...
En resumen, hay dos tipos de ladrones. Los vulgares que te robarán la cartera y los que te robarán la salud, la educación, la vivienda, la pensión... e incluso el trabajo y la conciencia.
El primer ladrón,e l común, te elige a ti. Al segundo ladrón lo eliges tú. En las próximas elecciones, analiza y piensa.