Después de años de denuncias de los alcaldes y ciudadanos de la Serra de Tramuntana, hace solo unos días que se ha puesto en marcha una comisión entre las diferentes administraciones para elaborar un protocolo que ponga freno a la masificación de esta zona los fines de semana.
Los residentes de esta zona expresan su indignación por la lentitud a la hora de afrontar este problema. Asegurando que hasta que no haya una desgracia no se pisará el pedal del acelerador.
"Esto es muy difícil de parar, muchos aparcan donde no se puede y luego hay un desastre y un caos circulatorio", advierte uno de los vecinos, mientras que otra asegura que "la carretera pasa por delante de mi casa y es un caos, hay demasiada gente".
Los vecinos de la Serra ven como sus demandas caen en saco roto una y otra vez. "Hay muchos coches, demasiados, y esto no puede ser", ha criticado otra de las residentes de la zona, añadiendo otra vecina "no deberían de pasar tantos vehículos".
Los alcaldes de la zona recuerdan la gravedad del asunto. Y es que la masificación lleva también el colapso de la líneas telefónicas y el peligro de que, ante un accidente, los servicios de emergencia no puedan acceder a causa del exceso de vehículos.