Así lo ha anunciado la portavoz del Govern, Pilar Costa, durante la rueda de prensa posterior al Consell de Govern, donde se han aprobado las nuevas medidas para frenar la expansión del COVID-19 en Balears.
Con las últimas modificaciones, el nivel de alerta sanitaria se eleva al 4 (el máximo) en Eivissa, y se mantienen los niveles previos en el resto de islas: Mallorca está también en el nivel 4 y Menorca y Formentera, en el 3.
Todas estas novedades, incluyendo las restricciones comunicadas en los últimos días -que entre otros aspectos implican el cierre de bares, gimnasios y grandes superficies- entrarán en vigor finalmente el miércoles, un día más tarde de lo anunciado.
El endurecimiento de las medidas en Balears responde a su difícil situación sanitaria, con una incidencia acumulada a 14 días de 613,50 casos por cada 100.000 habitantes, según ha detallado Costa. La recomendación europea para considerar una zona como fuera de riesgo es estar por debajo de los 60 casos.
Por islas, son 617,5 casos por cada 100.000 habitantes en Mallorca; 690,94 en Eivissa; 280 en Menorca y 222,94 en Formentera.
Por otro lado, la tasa de positividad de las Islas se sitúa, según las pruebas practicadas en las últimas 24 horas, en un 14,99%, muy por encima del 3% que se marca como referencia en Europa.
Los datos muestran una evolución más controlada de la pandemia en Menorca, si bien "no consolidada" y "con indicadores que no permiten hacer concesiones al optimismo", según Costa. Formentera presenta una "evolución hacia la recuperación" tras un aumento de casos hace dos semanas, aunque aún "se encuentra fuera de la normalidad".
En Eivissa y Mallorca, las islas donde ahora se endurecen las medidas, se continúa en una línea "o bien de ascenso rápido o bien una evolución muy lenta hacia la mejora, partiendo de una situación de riesgo extremo".
Hasta el momento, las reuniones sociales en Mallorca y Eivissa estaban limitadas a seis personas. Desde este miércoles, esta medida pierde su vigencia y sólo se podrán realizar reuniones dentro de un mismo núcleo de convivencia, sin tener en cuenta la cifra de participantes.
Esta medida se aplica tanto en espacios públicos como privados, abiertos o cerrados. Cabe remarcar que se circunscribe a reuniones de carácter social o familiar y que no incluye actividades laborales, institucionales o en centros docentes, entre otros ejemplos.
El decreto prevé ciertas excepciones: personas que viven solas, menores de edad que se reúnan con sus padres en caso de vivir en domicilios diferentes -por ejemplo, alumnos que estudian fuera de las islas-; personas con un vínculo matrimonial u equiparable que vivan en domicilios diferentes; y para el cuidado de menores de edad, personas ancianas, con discapacidad, dependientes o especialmente vulnerables.
La portavoz del Govern ha confirmado que el incumplimiento de estas medidas puede conllevar sanciones -según contempla la normativa aprobada en julio por la Conselleria de Administraciones Públicas-, si bien ha reconocido que es muy complicado para las autoridades vigilar que se cumplen las restricciones en los domicilios particulares.
"No podemos entrar en las casas a vigilar o hacer cumplir la norma", ha admitido la consellera, que no obstante ha insistido en que "es una norma de obligado cumplimiento" y ha pedido "responsabilidad".
Pilar Costa ha puntualizado también que, a diferencia de lo que ocurría con el confinamiento de los meses de marzo y abril, se mantiene una mínima actividad económica. La consellera ha pedido "un esfuerzo" y se ha mostrado "consciente" del "cansancio emocional" de la población.
Por otro lado, el acuerdo finalmente aprobado por el Govern retrasa 24 horas respecto a lo anunciado las nuevas restricciones en Mallorca y Eivissa, que comenzarán a aplicarse desde la medianoche de este martes al miércoles, y estarán en vigor hasta el 30 de enero.
Según Costa, el motivo de este cambio es facilitar a los negocios afectados adaptarse a la situación, si bien ha matizado que el Govern ya había mantenido contactos con los diferentes sectores para comunicar las novedades en los últimos días.
Tal y como había ido anticipando el Govern en la última semana, con la revisión de las medidas quedan prohibidas las celebraciones populares de fiestas patronales, tanto privadas como públicas, así como eventos lúdicos o deportivos asociados a la programación de fiestas.
Asimismo, se suspende la actividad de bares, cafés y restaurantes, que sólo podrán servir para llevar hasta las 22.00 horas o a domicilio hasta las 00.00 horas -a excepción de los servicios de hoteles, sólo para los huéspedes-.
Los establecimientos comerciales deben cerrar a las 20.00 horas, excepto gasolineras y comercios esenciales -como supermercados, farmacias y ópticas-. Tendrán que cerrar los centros comerciales de más de 700 metros cuadrados en Mallorca, o más de 400 metros cuadrados en Ibiza, así como gimnasios y spas.
Se mantienen los espectáculos de teatros, cines y circos con carpa con un aforo máximo del 30 por ciento, pero se prohíbe consumir comida o bebida en el interior. En los acontecimientos deportivos se prohíbe la asistencia del público, en cualquier categoría.
En los autobuses interurbanos se limita la capacidad, de manera que sólo podrán ocupar plazas con asiento y no se podrá viajar de pie. En el tren y metro se podrá viajar de pie solamente en las plazas señalizadas en el suelo. Con todo, desde el Govern recomiendan no utilizar el transporte público colectivo si se forma parte de un grupo de riesgo.