Esta campaña ha sido marcada para la maduración temprana de la oliva, de manera que la cosecha se ha adelantado unas semanas respecto a años anteriores; algunos olivares han sufrido daños por la tormenta del mes de agosto y otras (principalmente en la Serra de Tramuntana) han visto limitada la producción por el corc de capoll.
Con todo, actualmente -y con las gunas tafones en funcionamiento todavía- ya se ha entrado en los establecimientos inscritos a la DO Oli de Mallorca más de 3.000 toneladas de oliva de las variedades utilizadas bajo el sello de calidad: mallorquina, arbequina, picual y empeltre, y se ha conseguido una añada ligeramente inferior a la campaña anterior, pero de calidad considerable, con aceites afrutados y equilibrados.
A la DO Oli de Mallorca actualmente hay inscritos más de 700 olivicultores que gestionan más de medio millón de olivos por toda la isla. Además, este año se han sumado al sello de calidad dos nuevas tafones: Ca n’Axartell y Pedro Gómez y dos nuevas envasadoras: Fet a Sóller y Indesinenter.
El Oli de Mallorca, por lo tanto, vuelve a ser una producción muy valiosa, que llega puntual a su cita con las familias y a los establecimientos que quieran disfrutar de un producto local y saludable, esencial para el mantenimiento del mundo rural en Mallorca.