Los hechos se remontan a los años 2010 y 2011, cuando el acusado convivía con la madre de la víctima en el mismo domicilio.
La Fiscalía sostiene que el hombre aprovechaba las ocasiones en las que se quedaba a solas con la menor en una de las habitaciones, obligaba a la menor a realizarle prácticas sexuales, cogiéndola con fuerza y amenazando con darle una paliza si no lo hacía.
También le acusa de haber sometido a tocamientos a la menor y de forzarla a mantener relaciones sexuales completas. Como consecuencia de esto, la menor ha precisado tratamiento psicológico.
La Fiscalía pide también una medida de libertad vigilada durante siete años y una orden de alejamiento durante cinco años, así como una indemnización de 30.000 euros para la víctima por los daños sufridos.