De hecho, la regidora de Modelo de Ciudad, Vivienda y Sostenibilidad del Ajuntament de Palma, Neus Truyol, se ha comprometido a "trabajar a nivel técnico y jurídico" para "encontrar una solución" que evite la proyección de una planta de hormigón o una instalación similar en el polígono de Son Morro.
Truyol ha considerado que es una "incongruencia" proyectar este tipo de planta en Son Morro, ya que "tendrá repercusiones negativas" en su entorno al encontrase "muy cerca de una zona residencial".
"Hemos pedido más informes técnicos a la Administración, a los departamentos de Servicios Sociales, Medio Ambiente y Salud y, además, desde Cort estamos elaborando otro con una vertiente urbanística y otra ambiental para poder evaluar mejor las repercusiones negativas que esta planta puede tener", ha explicado.
A pesar de las buenas intenciones del Ajuntament, aún es pronto para cantar victoria y los vecinos de Son Güells lo saben. Por este motivo, la satisfacción es moderada y tienen claro que no piensan bajar los brazos hasta que la paralización de la planta de hormigón sea una realidad.