La sentencia le considera autor de un delito de asesinato en concurso medial con un delito de robo con violencia. El pasado 3 de diciembre los miembros del Jurado popular encargado de enjuiciar este crimen concluyeron sus deliberaciones y ya le declararon culpable del asesinato de su exsuegro, así como de un delito de robo con violencia e intimidación.
De este modo, el Jurado no aceptó la tesis de la defensa, que planteaba calificar los hechos de homicidio, lo que hubiera conllevado una pena menor.
El crimen tuvo lugar una noche de mayo de 2017. La Fiscalía y la Familia acusaban al hombre de ir a la casa familiar de su ex pareja, con quien tenía una hija menor, con el objetivo de obtener dinero. Allí, el ex suegro se lo negó y el acusado reaccionó violentamente, golpeando a la víctima con un recipiente de cerámica y una olla y, seguidamente, le atestó diversas puñaladas con un cuchillo hasta causarle la muerte. Después, revolvió toda la casa y se apoderó de un recipiente con dinero y del teléfono móvil de la víctima.
Tras conocer el veredicto, el Ministerio Fiscal y la Acusación Particular han solicitado para el acusado una pena total de 30 años de cárcel, si bien en relación a la responsabilidad civil piden cantidades diferentes. Por su parte, la defensa ha solicitado la pena mínima para su representado.
La vista oral comenzó el pasado 25 de noviembre y concluyó este lunes. En los próximos días, la juez deberá dictar sentencia y concretar la pena de cárcel.
Cabe resaltar que la defensa no cuestionaba la autoría del crimen, aunque en su declaración, el acusado manifestó tener problemas de memoria y aseguró no recordar nada del día de los hechos. En su turno de última palabra, reiteró que lo siente "mucho" y que no podía dar una explicación. "Esto no tendría que haber pasado, pero ha pasado y me toca pagar", expresó.
La autopsia contabilizó al menos 37 heridas en el cuerpo de la víctima, entre puñaladas -dirigidas al cuello y el tórax- y golpes con objeto contundente en la cabeza. Estas cuchilladas le fracturaron huesos en los brazos, donde el cuerpo presentaba heridas defensivas, y le seccionaron un dedo de una mano.