El Servicio de Neurorehabilitación de este centro sanitario ubicado en Palma ha podido observar en estos meses cómo los pacientes han mejorado el balance articular en músculos clave de los miembros inferiores, así como también han mejorado su equilibrio y su velocidad de marcha.
No menos importante que lo anterior, los profesionales han observado igualmente una mejora en la autoestima de quienes han podido beneficiarse de las sesiones de neurorehabilitación con el exoesqueleto de Sant Joan de Déu. Se trata del primer dispositivo de estas características adquirido en España y el tercero en Europa.
El exoesqueleto Indego de Parker fue adquirido en febrero por este centro sanitario. Pabisa Hotels participó en su financiación aportando 60.000 euros, dentro del marco del acuerdo general de colaboración que la cadena hotelera mantiene con el Hospital Sant Joan de Déu de Palma.
El equipo Indego ofrece unas prestaciones especiales. Pesa solo 17 kilogramos, permite atender a personas de diferentes medidas y pesos y puede ser utilizado tanto para caminar tanto por superficies internas como externas, incluyendo aceras, hierba y rampas de poca inclinación.
Con la incorporación del exoesqueleto humano, el Hospital Sant Joan de Déu de Mallorca se ha convertido en centro de referencia nacional en formación de rehabilitadores. El Servicio de Rehabilitación cuenta con cuatro profesionales cualificados para utilizar el robot tras haber superado el ‘Indego specialist training program’, dos de ellos capacitados además con el ‘Indego trainer clinic program’ para formar a otros compañeros del equipo.
Los responsables del hospital han señalado, como retos futuros en la aplicación del exoesqueleto humano a la rehabilitación de pacientes, la necesidad de ahondar en los resultados de las evaluaciones a fin de mejorar en la selección de pacientes y la aplicación de la terapia por exoesqueleto a un mayor número de personas con afectaciones neurológicas.
El robot Indego permite realizar una rehabilitación dual. Desde un punto de vista físico, evita la atrofia muscular y facilita la mineralización de los huesos. Y, desde un punto de vista cognitivo, permite que los pacientes puedan recuperar la percepción como ser humano bípedo.