Maria Antònia Pizà es una de las dos fisioterapeutas que decidió recurrir a los tribunales para poder recuperar la flexibilidad laboral que, en 2015, les permitía ocuparse de sus hijos pequeños. Resulta que en 2017, con una nueva dirección en el Hospital de Son Espases, les reclamaron volver a pedir la flexibilidad horaria, que les fue concedida, pero en turno de tarde: a partir del 1 abril de 2018, las afectadas debeían entrar a trabajar a la una de la tarde y salir a las ocho y media de la noche, "un horario totalmente incompatible con el cuidado de los hijos".
Las dos profesionales sanitarias solicitaron, tras varias reuniones y conversaciones, volver al turno de mañana. Pero, solo "recibieron negativas sin motivos justificados". Pizà ha explicado que "llevamos tres años con la vida organizada" y ha criticado que "no pueden cambiar nuestras vidas, sin motivo".
Sin embargo, un juzgado de lo contencioso / administrativo ha dictaminado que el Servei de Salut debe reintegrar en su puesto de trabajo a las dos empleadas de Son Espases. Mientras que a Pizà no le quedó más remedio que reducir su jornada laboral, María González tuvo que dejar el trabajo y regresar a Asturias por no poder conciliar.
El juzgado contencioso/administrativo número 1 de Palma, resuelve así de manera momentánea la demanda que dos fisioterapeutas del servicio de rehabilitación de Son Espases interpusieron.
"El pasado 5 de septiembre se celebró el juicio y la sentencia nos la comunicaron el pasado día 29 de octubre. Ahora nos queda reunirnos con el abogado para determinar qué indemnización reclamamos" ha concluido Maria Antònia.