Según ha informado la Policía en un comunicado, iniciaron un operativo tras haber recibido varias quejas en las que se les indicaba que, a un domicilio de este barrio, acudían numerosas personas que permanecían escasos minutos en el interior, por lo que podrían tratarse de un punto de venta de droga.
Así, los agentes comprobaron que, además del alto número de personas que acudían al lugar, los detenidos se dirigían en coche con frecuencia al Centro de Integración Social (CIS), donde recogían a una mujer, la cabecilla, quien se encuentra cumpliendo dos condenas por la comisión anterior de sendos delitos de tráfico de drogas. Posteriormente, se dirigían al punto de venta, desde donde transcurridas unas horas regresaban al CIS para volver a dejar a la mujer.
Precisamente, en uno de estos viajes rutinarios al CIS, los agentes vieron cómo los detenidos le hicieron entrega a la mujer de una cantidad de dinero cuya procedencia supuestamente estaba en las compraventas de cocaína que se producían en el domicilio. El objetivo de ella era controlar el punto de venta y obtener los beneficios.
En el momento de la detención, los dos hombres se encontraban en su vehículo desde donde fueron conducidos hasta el barrio de la Soledad. En el registro de dos domicilios, los agentes incautaron 26 gramos de cocaína, 200 comprimidos de Trankimazin, 150 gramos de sustancia de corte, dinero en efectivo y un gran número de útiles para el corte, pesaje y empaquetado de la droga.
Además, en el momento de la detención de la mujer, cuando se dirigía al CIS para reingresar, los agentes incautaron dinero en efectivo de la recaudación de un día en el punto de venta que suministraba sustancias durante las 24 horas.
Según ha informado la Policía, los consumidores de este punto de venta de droga se llegaban a inyectar en la vía pública y los detenidos disponían de una 'narco sala' para el consumo de coca base y otro domicilio donde una mujer mantenía un 'narco piso' para consumir durante horas destinado a clientes con cierto poder adquisitivo.