Esta interesante muestra, organizada por la Obra Social “la Caixa” con la participación de La Cinémathèque française, presenta la obra de un gran pionero del cine fantástico y aparatos, maquetas, objetos de época y copias de fotografías para explicar cómo eran el mundo y el ocio en 1900.
El cine de Georges Méliès ha influido en artistas y creadores de su siglo y tuvo un importante impacto en la en la sociedad con sus innovadoras técnicas de montaje. Hijo de un empresario zapatero, actor, ilusionista, dibujante y constructor de artilugios de todo tipo, Méliès (1861-1938) desempeñó un papel fundamental en el nacimiento del cine. Sus primeras películas, que empezó a producir en 1896, muestran la influencia del teatro de cabaret, las sombras animadas y la magia. A diferencia del realismo de los hermanos Lumière, el arte de Méliès es invención e ilusión, construcción y trucaje.
Georges Méliès gozó durante unos años de una extraordinaria popularidad, que alcanzó su apogeo en 1902 con el estreno de Voyage dans la Lune (Viaje a la Luna), que tuvo millones de espectadores en todo el mundo. Lamentablemente, el crecimiento de la industria cinematográfica terminó por condenarlo a la ruina y al olvido, hasta que en 1925 el periodista Léon Druhot lo reconoció en un puesto de juguetes de la estación parisina de Montparnasse. A partir de entonces, su obra empezó a redescubrirse y valorarse.
Georges Méliès fue un precursor. Las grandes tramoyas, las técnicas de montaje y las películas coloreadas son el origen de uno de los géneros más populares y rentables de la historia del cine: el cine fantástico. Las películas de Méliès transmiten vitalidad, creatividad, ilusión, fantasía y sentido del humor, y demuestran que en el cine todo es posible.
Esta exposición itinerante se puede visitar hasta el 18 de julio.