La compañía asevera, en este sentido, que ha intentado "minimizar todos los inconvenientes causados", recalcando además que todos los productos y materiales utilizados "son inocuos para la salud y por lo tanto totalmente inofensivos".
Tras precisar en un comunicado que los trabajos han sido enfocados "exclusivamente" a llevar a cabo una remodelación estética, desde Pullmantur subrayan que aquellos se han procurado programar para ser ejecutados "por la noche o cuando los pasajeros estaban disfrutando de los puertos y siempre contemplando las máximas medidas de seguridad y de salud pública".
Añadir además, que todas las zonas afectadas estaban delimitadas para que el pasajero no tuviese acceso y así evitar mayores molestias. El alcance de estas obras solo afectaron al 5 % de la superficie total del barco.
"Lo que sí es cierto y, por lo tanto, asumimos, es la imprevisible situación generada en uno de los accesos inferiores y secundario del barco debido a los materiales encontrados en una parte del suelo", reconoce la compañía, que señala que ello "nos obligó a utilizar maquinaria especial pesada durante nuestra escala de un día en Porto Torres que lamentablemente sí causaba ruidos molestos".
Según la naviera, estos trabajos fueron realizados entre las 09.00 y las 17.00 horas. "Desafortunadamente, los aproximadamente 400 pasajeros que se quedaron a bordo en este puerto, o aquellos que regresaron antes de las 17.00 horas, padecieron las consecuencias de esta situación", concluye.