Más de 2.000 personas se congregaron en el centro de la ciudad para participar de la fiesta más popular de todas las que se celebran en invierno. La fiesta del fuego, la danza, las torrades y como no: los diablos.
Este año Manacor tiene un cambio de Dimoni Gros circunstancial, Antoni Puigserver Aleix, el encargado de vestir y portar la careta más venerada de la fiesta sufre dolor en una rodilla. Este hecho impide que pueda danzar como debería en estos días en que se requiere un ritmo frenético.
Así pues, Antoni Bassa, el cual también danza con los Cossiers de Manacor, es el encargado de suplir la ausencia de Aleix. Cabe destacar que su primera intervención oficial anoche dejó satisfechos a los asistentes y miembros del Patronat.
Al Primer Ball seguirán ahora otros muchos actos (puede consultar el programa completo desde este enlace) donde destacarán los Goigs en la plaza de la Concordia, el encendido de los foguerons el miércoles próximo y las Beneïdes del mismo día de Sant Antoni, 17 de enero.