O mejor deberíamos decir:
José Hila, el campeón de escurrir el bulto y traspasarle las responsabilidades negativas a sus propios compañeros de Cort.
O José Hila, el paladín de salirse por la tangente y endosarles el muerto a sus socios de gobierno municipal.
O José Hila, el Capitán Araña del Ajuntament de Palma que, cuando le pregunta un periodista por un asunto polémico que afecta a todo el equipo del Pacte, se hace el tonto y desvía la trayectoria de la cuestión para que perjudique a otro y él poderse ir de rositas.
El Ajuntament de Palma está procediendo al derribo de las chabolas del poblado gitano de Son Banya. Una iniciativa verdaderamente polémica que, además, se ha visto oscurecida por el abandono en medio de la calle por parte de los operarios municipales de restos de placas de fibrocemento impregnadas de una peligrosa y cancerígena sustancia: el amianto.
Ante este hecho contrastado, absolutamente enfrentado a las normas de seguridad sanitaria pública y medioambiental, y más allá de los motivos por los cuales estos nocivos restos de obra han sido dejados en la vía pública, la realidad es que usted, señor Hila, se pone de perfil, no afronta sus responsabilidades, huye, se evade, se escaquea, se hace el longuis y desvía cualquier posible futura responsabilidad acerca de esos hechos sobre sus propios compañeros del equipo de gobierno de Cort de la Regidoria de Benestar Social.
Textualmente, al ser requerido sobre este particular, usted ha respondido: “De eso no tengo nada que ver”, “tendrás que preguntar a Benestar Social” y “no tengo ni idea”. Y se ha quedado tan ancho. Producen verdadero asco las actitudes políticas como la suya.
Con amigos como usted, sus compañeros del Ajuntament de Palma no necesitan tener enemigos.
Señor José Hila:
Ha sido usted durante media legislatura primer edil y presidente del consistorio de Palma. Por tanto, como alcalde, ya estuvo y ha estado presente, informado y activo de todas las negociaciones, planes y realizaciones concernientes al desalojo de los residentes en Son Banya.
Ahora mismo es teniente de alcalde de la ciudad, forma parte del equipo de gobierno municipal y es el coordinador por parte del PSIB-PSOE de los regidores socialistas. Una vez más, su currículum desvela que si algo no puede hacer usted es desentenderse de sus propias responsabilidades en todo lo que afecta al derribo de las chabolas de Son Banya.
Y por si todo lo anterior no fuera suficiente, siendo usted, señor Hila, regidor responsable del área de Urbanismo del Ajuntament de Palma, entre sus responsabilidades se cuentan, expresamente, todo lo concerniente a las actividades y la seguridad de los establecimientos y edificios de la ciudad, la disciplina urbanística y seguridad de las construcciones, la gestión urbanística y del suelo, las obras y la calidad de las edificaciones y, para no extendernos más, el planeamiento y la rehabilitación del entorno urbano.
Toda esta larga lista de las responsabilidades que debe afrontar, y por las cuales se embolsa su sueldo mensual, le señala a usted directamente como máximo y último responsable de la calidad en las obras que se desarrollan en Son Banya, la seguridad de los trabajadores y de los habitantes residentes en ese lugar y, por encima de todo, el cumplimiento de la normativa en todo lo que afecta a la seguridad sanitaria y medioambiental de los derribos.
¿Después de leer todo lo anteriormente expuesto aún tiene usted el coraje de hacernos querer creer que los derribos de Son Banya son responsabilidad exclusiva de la Regiduria de Benestar Social y que usted no tiene nada que ver en eso?
¿No está usted informado de lo que pasa en su ámbito de trabajo directo y de los temas que afectan al Ajuntament de Palma, del cual ha sido alcalde, es teniente de alcalde y forma parte del equipo de gobierno municipal?
Señor Hila:
O no se entera usted de nada, lo cual es muy grave, o sus compañeros de consistorio pasan de usted, lo cual es gravísimo, o se desentiende usted de sus propias funciones. Y eso sí que ya es absolutamente intolerable y merecedor de su reprobación inmediata.
Todo lo escrito anteriormente le define de forma palmaria. No es necesario añadir más elementos informativos para comprender de forma fehaciente la carcundia de sus palabras. Usted mismo se ha retratado. La calaña que impregna sus mendaces respuestas debería hacer reflexionar a sus propios compañeros del equipo de gobierno municipal de Ciutat sobre si usted es de fiar, sobre si los dejará otra vez en el futuro tirados a los pies de los caballos, sobre si vale la pena seguir confiando en alguien como usted.
Y también deberían preguntarse todo eso los ciudadanos y votantes de Palma: ¿es usted de fiar, señor Hila? Sus hechos y sus palabras le definen.