Lo suyo ya no es un despiste en el Congreso de los Diputados, es un auténtico despropósito altamente insultante a la razón de cualquiera. No cabe recordar que su actitud en la empresa privada no tendría cabida. Celia Villalobos estaría en la calle. O como se dice coloquialmente en la puta calle.
Por si alguien sigue sin saber a qué nos estamos refiriendo, haremos memoria. Como ya hizo Villalobos en 2015 con el 'Candy Crush', esta misma semana ha sido pillada 'in fraganti' comprando una camisa verde con la app de Zara en su tablet durante la sesión de control al Gobierno.
Empecemos pues por la parte más graciosa de la historia, si es que tiene alguna. Aquí los mejores memes surgidos tras su desafortunada acción, recordemos, en la cámara del Congreso:
Celia Villalobos, cansada de la críticas, enseñará la ropa que se ha comprado. pic.twitter.com/HRGuaxyNTs
— XTERNON (@XTERNON1) 27 de septiembre de 2018
Se están cebando con Celia Villalobos injustamente. pic.twitter.com/u2JEwUH6Ld
— Yonson de la Cierva (@jormanceles) 26 de septiembre de 2018
Celia Villalobos, el lado más tonto del PP pic.twitter.com/okm7O6Oc08
— La Nariz De Battiato (@BattiatoLa) 26 de septiembre de 2018
Comprar ropa por Aliexpress y que te llegue a casa Celia Villalobos. pic.twitter.com/KbW3vhdTco
— El_TylerDurden (@El_TylerDurden) 26 de septiembre de 2018
Celia Villalobos haciendo el casting para contratar un personal shopper pic.twitter.com/Uu4UGBapEA
— Mary Lehendakari (@delcentrobilbao) 26 de septiembre de 2018
Nuevas garras de Lobezno hechas del material más duro de la tierra, la cara de Celia Villalobos. pic.twitter.com/XN3jzV7Z9n
— Menta Polemic (@mentapolemic) 26 de septiembre de 2018
Celia Villalobos saliendo del curro pic.twitter.com/QuwjfITYkl
— Zalatoy (@zalatoy) 28 de septiembre de 2018
Tras las risas desternillantes que ofrecen las burlas a Villalobos, la parte más dramática de todo esto y (aunque parezca mentira) terriblemente real:
Al ser preguntada por los reporteros de La Sexta al respecto, Celia Villalobos tuvo la osadía de responder que hace "lo que le da la gana". "¿Me van ustedes a perseguir hasta que me muera?".
Sepa señora Villalobos que está usted calentando una cómoda poltrona en el Congreso gracias a los impuestos que religiosamente pagamos TODOS. Y entiéndase por TODOS: aquellos que aplauden sus ocurrencias, los que se acuerdan de toda su estirpe al sentirse engañados/estafados/robados por su reprobable comportamiento y también por los que le preguntan por eso que hace con la tecnología en el Congreso.
A otros se les caería la cara de vergüenza, dimitirían y se irían a su casa. Usted no, usted reincide. El Candy Crash se le ha quedado corto.
Parafraseando a su compañero de partido, José María Aznar, le espetamos: "Váyase, señora Villalobos". A su casa, al salón recreativo o al Zara. Pero váyase, es usted una vergüenza.