Algo que también se extiende al mercado de los coches usados: a la hora de invertir en un vehículo de segunda mano, los españoles gastan menos que hace diez años. Quienes están interesados en vender, optan por alargar la vida del vehículo, elevando con ello la edad del parque automovilístico. O lo que es lo mismo: se invierte menos en un coche usado, que además es más viejo que antes.
Este panorama pone de relieve lo importante que es encontrar el momento adecuado para vender un coche. Te explicamos cinco factores que te ayudarán a decidir cuándo vender tu coche para sacar el mejor precio por él si vives en España.
Un factor clave a la hora de calcular el precio más adecuado por un coche viejo es cuánto se ha depreciado en función de su edad. Es importante ser realistas y tener en cuenta que el mayor pico de depreciación del coche sucede nada más sacarlo del concesionario. En España, un coche recién comprado pierde aproximadamente entre el 15 y el 18% de su valor nada más matricularlo. En los siguientes cuatro o cinco años, la caída es de un 10% anual. Solo a partir de entonces el bajón bajón se ralentiza.
Mejor momento: en los primeros cinco o seis años tras la primera matriculación.
Junto con la depreciación natural del coche, hay que sumar el segundo factor más relevante para su devaluación: el kilometraje acumulado. Cuantos más kilómetros tiene tu coche, menor será su valor en el mercado de segunda mano. Más kilómetros implica también un mayor desgaste de sus piezas, por lo que el nuevo propietario verá reflejado en el vehículo su miedo de tener que pasar por el taller, o de reemplazar algunos de los componentes, a costa de su propio bolsillo.
Mejor momento: antes de que el cuentakilómetros marque entre 70.000 y 100.000 kilómetros.
Aunque tu coche esté en perfectas condiciones, no supere la barrera de los cinco años, y no haya acumulado suficientes kilómetros para devaluarse de manera importante, hay un factor que es completamente ajeno a ti que puede afectar considerablemente al valor de tu coche. Ese factor es el mercado, y, más concretamente, lo “anticuado” que los potenciales compradores perciban tu coche. Si tu coche tiene apenas un par de años pero justo lo adquiriste poco antes de que saliese al mercado un nueva generación del mismo modelo, es probable que su valor se vea afectado por este hecho por encima del desgaste natural del coche o su edad.
Mejor momento: entre generaciones.
Aunque tradicionalmente el tipo de carburante ha influido en el precio de los coches de segunda mano en cuanto al desgaste del motor, hoy en día hay que tener en cuenta un factor extraordinario y ese es el nivel de emisiones del coche. Con cada vez más ciudades poniendo en marcha medidas anticontaminación que poco a poco van vetando a los coches que se mueven con combustibles fósiles, es importante que tengas en cuenta lo limpio que resulta tu vehículo a la hora de venderlo.
Mejor momento: cuanto antes si tienes un coche diésel, especialmente si no cuenta con etiquetado ambiental.
Por último, es importante encontrar el momento más adecuado para llevar a cabo la venta dependiendo de la época del año. El descapotable es un buen ejemplo de cómo aprovechar la estacionalidad de un coche a tu favor: en primavera es cuando surge el deseo de adquirir y disfrutar un coupé, mucho más, por ejemplo, que en noviembre o diciembre. Los coches más juveniles, como por ejemplo un compacto, tienen mejor acogida justo después de la época de exámenes, cuando muchos estudiantes mayores de 18 se deciden a adquirir su primer coche usado. Los coches familiares tienen mejor acogida fuera de las épocas de mayor gasto en familia, como por ejemplo el inicio del curso escolar o la Navidad.
Mejor momento: el que coincida con el target de tu coche. Evita las fechas clave de los concesionarios, especialmente los cierres de trimestre y el fin del año.
