Según ha indicado el Ajuntament de Calvià en una nota de prensa, con la temporada estival se ha incrementado el número de sanciones por causar molestias y dificultar el descanso de los residentes.
En particular, la Policía ha denunciado en 30 ocasiones a diferentes locales por tener las puertas abiertas después de media noche, y ha presentado 20 denuncias por mantener la actividad en las terrazas después del horario permitido (normalmente hasta las 3.00 horas de la noche).
Tener las puestas abiertas después de media noche se considera una infracción grave, recogida en la Ley contra la contaminación acústica, y puede suponer una sanción de hasta 12.000 euros.
También se considera una infracción grave mantener la actividad en terrazas fuera del horario establecido, ya que incumple la Ordenanza Reguladora de los Horarios de Cierre de establecimientos y espectáculos públicos. Puede suponer unas sanción de hasta 10.000 euros.
Según la Ley, en el período de noche el nivel no debe sobrepasar nunca los 35 decibelios. Las asociaciones de vecinos han trasladado su malestar en varias ocasiones por el ruido durante la temporada alta.
Desde el Ajuntament han recordado la "dificultad" de "compaginar la actividad de ocio" en las zonas de Magaluf y Santa Ponça con el descanso de los vecinos. En estas zonas el consistorio ha llevado a cabo una campaña gráfica informando de las multas por comportamientos incívicos, entre los que se incluye gritar, que puede ser sancionado con 400 euros.