La tarifa de agua de Palma no se ha modificado desde 2013 (excepto la introducción de la gratuidad para las familias de bajos ingresos introduida en el 2014).
El coste del agua desalada en el 2016 será de 8,6 millones de euros y se prevé el mismo gasto para 2017 y previsiblemente para años sucesivos.
Por todo esto se presenta una propuesta de modificación de las tarifas de agua con los principales objetivos de hacer frente a este gasto, a la vez que se promueve un consumo responsable y de ahorro.
Se debe recordar también que el Govern de les Illes Balears recomendó a los Ajuntaments que revisaran las tarifas dada la situación de alerta por sequía en la que nos encontramos.
La modificación de la tarifa bonificará los consumos mas bajos (que no superen los 10 m3 mensuales), de manera que al 72 por ciento de las familias no les subirá la factura, incrementará la progresividad para gravar los consumos más elevados y elminará los privilegios de los hoteles de mayor caterogría corrigiendo la tarifa que bonificaba los consumos elevados de hoteles de 4 y 5 estrellas. El objetivo final no es incrementar la recaptación sino motivar el ahorro.
La propuesta de modificación de la tarifa se limita a la cuota de consumo variable de la factura de EMAYA. La cuota fija no experimenta ninguna subida, de esta manera el impacto del incremento es miimizar para consumos muy bajos y crece para los consumos más elevados. El que se grava es el conumo, no el servicio.