Hasta ahora, y en contraste con otras enfermedades musculoesqueléticas, los especialistas concluían que el dolor irradiado era debido a una hernia discal sin existir un criterio homogéneo y validado de clasificación. Esto podía inducir a culpar erróneamente del dolor a una hernia discal inocente, y abocar al paciente a tratamientos inapropiados, iatrogenia evitable y cirugía innecesaria. Esa incertidumbre también impedía asegurar que
el dolor se debiera a una hernia discal en todos los pacientes que participaban en estudios científicos para evaluar tratamientos para la hernia discal, lo que podía confundir las conclusiones del estudio con respecto a la eficacia del tratamiento evaluado.
Por ello, un grupo internacional y multidisciplinar de expertos en dolencias de espalda ha desarrollado un estudio para determinar los signos y síntomas que identifican a aquellos pacientes en los que el dolor irradiado realmente se debe a una hernia discal. En el estudio, refrendado por la revista científica The Spine Journal, han participado investigadores especializados de Estados Unidos, Suiza, España, Reino Unido, Francia y Bélgica.
El único coautor español es el Dr. Francisco Kovacs, Director de la Red Española de Investigadores en Dolencias de la Espalda. Según los índices bibliométricos, es el principal investigador del mundo hispanoparlante en el campo de las dolencias del cuello y la espalda. De hecho, el Webcindario (http://indice-h.webcindario.com) refleja un año más que la investigación científica que hasta hace dos años realizó desde la Fundación Kovacs en Baleares sigue situándole como el investigador en Ciencias de la Salud con mayor producción científica internacional de las Islas. Desde hace dos años, trabaja en la Unidad de la Espalda Kovacs del Hospital Universitario HLA-Moncloa, de Madrid.
Este nuevo estudio, denominado "RAPIDH" por el acrónimo en inglés de su objetivo ("Radicular Pain caused by Disc Herniation"), ha identificado los parámetros que permiten determinar si el dolor irradiado se debe a una hernia discal.
La puntuación total de la "escala RAPIDH" puede oscilar entre 0 puntos (en caso de que no esté presente ningún parámetro) y 20 (si están todos). Cuanto mayor es la puntuación total, mayor es la certeza de que el dolor se debe a la hernia discal (es decir, mayor es la "especificidad" de la clasificación), aunque también aumenta el riesgo de que no se clasifique como "debido a una hernia discal" algún caso en el que el dolor realmente sí lo sea (es decir, menor es su "sensibilidad").
Una puntuación de 10 puntos o más, identifica a los pacientes en los que el dolor se debe a una hernia discal con una sensibilidad del 70,6% y una especificidad del 90,4%, y los análisis estadísticos reflejan que es el dintel óptimo para clasificar acertadamente a los pacientes.
Para el Dr. Francisco M. Kovacs, Director de la Red Española de Investigadores en Dolencias de la Espalda (REIDE) y coautor del estudio, "este estudio aporta un criterio homogéneo, concreto y fácil de valorar para determinar si la hernia discal que se observa en una resonancia magnética es o no la causa del dolor irradiado del paciente. Esto homogeniza la clasificación diagnóstica de los pacientes, facilitando la realización de estudios multicéntricos e internacionales, y también ayuda a los clínicos a mejorar la certeza de su diagnóstico y, consiguientemente, la adecuación de los tratamientos que prescriben a sus pacientes".