Una situación indignante que ha llevado a muchos de estos aficionados a interponer una reclamación contra la naviera italiana por el trato recibido, al considerar que se incumplieron las condiciones de viaje contratadas.
Por ello, muchos han decidido presentar una queja ante la compañía naviera GNV y para ello cuentan con la ayuda de Consubal. "Hemos recibido muchas llamadas de personas que querían informarse sobre esta situación", ha explicado el presidente de Consubal, Alfonso Rodríguez, quien ha dejado claro que "indudablemente hay que reclamar. Si hemos contratado un servicio y no se ha prestado con los estándares que esperábamos, hay que reclamar".
El primer paso para reclamar es hacerlo a la propia compañía naviera. "Todo este tipo de empresas tienen la obligación de tener una dirección de correo electrónico o un número de teléfono de atención al cliente y la primera reclamación debe hacerse por esta vía", ha señalado Rodríguez, añadiendo que "en caso que pasen 10-15 días y no han contestado hay que reclamar a Consumo o a través de una Asociación de Consumidores".
Sin embargo, desde Consubal advierten que la reclamación no será sencilla ya que el usuario afectado deberá acreditar que no había asientos suficientes mediante una certificación de algún miembro de la tripulación. "Las sillas y los taburetes del bar suelen tener un número porque tienen asignado el estatus de butaca. Si hemos estado dentro del barco, hemos vivido esta situación y no hemos tenido la ocasión de que un empleado del barco certifique que no había sitios disponibles, lo tenemos complicado. Habrá que demostrar que efectivamente no había sitio para sentarse".
Con todo, Alfonso Rodríguez anima a los aficionados afectados a presentar una reclamación y a exigir la devolución del importe.