El objetivo del simulacro efectuado en la Subestación de Marratxí, es valorar la capacidad de reacción de la organización ante una emergencia por incendio y una emergencia ambiental con derrame de líquido aislante.
La realización del simulacro además de constituir un entrenamiento del procedimiento frente a emergencias, pone a prueba la gestión del Centro de Control, el equipo de refuerzo, el Plan Operativo de Emergencias, el sistema de comunicación, la empresa contratista y el procedimiento de gestión de emergencias ambientales. Asimismo, en este caso, es un ejercicio práctico de coordinación con los servicios de emergencia del 112 y los Bomberos de Mallorca, tal y como se prevé en el Procedimiento firmado con este servicio.
En la subestación de Marratxí, se ha recreado un escenario en el que una avería en un transformador provoca un incendio y un escape de líquido aislante, lo que genera la activación de las alarmas. Automáticamente, se movilizan a los técnicos de intervención, que comprueban que la alarma es real y se activan todos los mecanismos de actuación.
Una vez activado el Plan de emergencia el Jefe de intervención informa de la situación al Jefe de Emergencia y se desplazan a la subestación. Junto con la llegada del Equipo de Primera Intervención a la subestación, confirman que existe un incendio en un transformador con escape de líquido aislante, e informan al Centro de Control.
Tras comprobar en campo que la magnitud del incendio no permite extinguirlo por medios propios, se avisa al 112 ya los Bomberos de Mallorca, que se desplazan a la subestación. Con la llegada de los bomberos a la subestación, que son recibidos por el Jefe de Intervención en el punto de encuentro e informados de la emergencia, se constata la situación del transformador en llamas, que no existe tensión en el transformador, y de las zonas cercanas en las que sí existe tensión.
A continuación los bomberos enfrían con el transformador siniestrado. Una vez extinguido el incendio, se pone en marcha el Plan de Contingencia Medioambiental para controlar el derrame de líquido aislante con material absorbente y realizar toda la recogida del material derramado. Seguidamente se ha realizado un seguimiento medioambiental según los procedimientos establecidos.
El objetivo del simulacro
Los simulacros son ejercicios preventivos, que imitan una situación real, para la seguridad laboral y para preparar a los trabajadores para afrontar situaciones adversas. El objetivo de estos entrenamientos es recordar los protocolos de actuación a realizar en caso de incidentes complejos y estar preparados para actuar de forma segura y efectiva en caso de producirse, minimizando también el tiempo de respuesta y normalización del servicio eléctrico en caso de que se viera afectado. La realización de un simulacro, aparte de constituir un entrenamiento de los procedimientos de emergencia, pone a prueba la gestión del personal de guardia, del centro de control de la Compañía, y los sistemas de comunicación internos y externos.
Este tipo de situaciones se realizan de forma periódica e itinerante en las diferentes subestaciones de Endesa de forma proactiva para comprobar que la organización, metodología y medios disponibles son los adecuados para mitigar los efectos de una situación de emergencia y al mismo tiempo velar porque se cumplen las normativas.