Entre 2012 y 2016, los incidentes con pasajeros vinculados al consumo de alcohol se han incrementado en un 600% en Reino Unido, según los datos reportados por la Autoridad de Aviación Civil británica (CAA, por sus siglas en inglés).
"Es completamente injusto que los aeropuertos puedan beneficiarse de la venta ilimitada de alcohol a los pasajeros y dejar a las compañías aéreas para hacer frente a las consecuencias de seguridad", ha lamentado el responsable de Marketing de la aerolínea británica, Kenny Jacobs.
En un comunicado, Ryanair aboga por que se prohíba la venta de alcohol en los bares y restaurantes de las terminales de los aeropuertos británicos antes de las 10 horas de la mañana y plantea limitar a dos el número de bebidas por pasajero embarcado ante el retraso de un vuelo.
Así, propone introducir el uso obligatorio de tarjetas de embarque en la compra de bebidas alcohólicas en bares y restaurantes, de la misma forma que se necesita una tarjeta de embarque para las compras del aeropuerto, y limitar el número de bebidas a un máximo de dos.
La aerolínea irlandesa ha prohibido ya a sus clientes consumir en sus vuelos el alcohol adquirido en la zona libre de impuestos de los aeropuertos en los trayectos de Glasgow-Prestwick y Manchester a Alicante e Ibiza, en los que no permite llevar bebidas alcohólicas en cabina.