Entre una cosa y otra, 10.000 euros más de gasto familiar para comer y vivir… aunque cobrando lo mismo.
Y aquí delante, enseguida, llega la época de más consumo de todo el año: Black Friday, las cenas de empresa, el amigo invisible, Nochebuena, Navidad, Papa Noel, la Nochevieja y, por fin, los Reyes Magos. Una autentica maratón de gastos.
Este 2023 llegamos exhaustos a esta prueba de resistencia económica y financiera familiar tras un auténtico carrusel de subidas de precios imparables, con la cartera ya agotada y las tarjetas de crédito pidiendo un descanso antes de fundirse.
Se cerrará así el ciclo de un año en el cual el aumento constante de todos los precios le ha complicado la vida sobremanera a la clase media y trabajadora.
Pero vayamos a los datos, todos ellos oficiales y comprobados.
La Organización de Consumidores y Usuarios de España señala que la subida media de los precios de los alimentos ha superado -en global- el 15 por ciento, con un acumulado del 30 por ciento desde la Covid y -¡atención!- del 80 por ciento de encarecimiento en la última década. Es decir, comer hoy en día es casi el doble de caro que hace solo diez años.
Y con esta cesta de la compra despegando en una espiral imparable, los productos básicos del comer han llevado siempre la delantera. Entre ellos, claro, el aceite de oliva virgen extra. Hoy un 73’5 por ciento más caro que hace solo doce meses, según el Instituto Oficial de Estadística. Dónde antes pagábamos 6 euros por cada litro de oro líquido, ahora ya nos dejamos más de 10 euros… y en algunas marcas premium por encima de los 12 euros.
Al aceite de oliva se unen, además, otros productos fundamentales en las comidas y cenas de Navidad. El azúcar ha subido sus precios un 44 por ciento en un año, las frutas en conserva el 22 por ciento, los productos de confitería el 19, la carne de cerdo el 15 por ciento, el 12 por ciento los huevos, el 9 el pescado congelado y el 7 por ciento las legumbres y hortalizas. Todos ellos alimentos básicos e imprescindibles a la hora de cocinar los menús de Nochebuena, Navidad, Fin de Año o Año Nuevo.
Un aumento de precios que, en Mallorca, alcanza niveles casi estratosféricos cuando hablamos del producto estrella de nuestro Nadal: la porcella.
Ahora mismo, se está pagando un 20 por ciento más cara que en las mismas fechas del año pasado. Y eso que es para congelar. Un aumento que será aún mayor a medida que se acerquen de verdad las fiestas. Desde el Mercat de l’Olivar de Palma no se descarta que el precio, finalmente, aumente cerca de un 40 por ciento sobre el que se pagaba hace solo doce meses.
Y, cuando aún estemos digiriendo las comilonas navideñas, llegarán Papa Noel y los Reyes Magos. Según un estudio de la empresa especializada NPD Group, con datos de la Asociación Española de Fabricantes de Juguetes, estas Navidades los scalextrix, las muñecas, los playmobils, los patinetes y las bicicletas para los más pequeños serán un 5’5 más caros que el año pasado… Y se calcula que cada niño recibirá regalos por valor de más de 200 euros per cápita.
Para aflojar este lastre, las grandes cadenas han arrancado ya la venta de juguetes en este Black Friday. Y, además, lo hacen con descuentos de entre el 25 y el 40 por ciento, inalcanzables para los pequeños comercios. De hecho, se calcula que este fin de semana el 70 por ciento de las familias ya comprarán algunos de los juguetes que dentro de un mes sus hijos -sorprendidos- encontrarán a los pies del árbol de Navidad.
Pero no acaban aquí las angustias económicas de la Navidad del año 2023. Las cenas de empresa también han sufrido la espiral inflacionista. Este mismo fin de semana, los precios medios por cubierto no bajan de los 45 euros por comensal… y sin copas. El año pasado estaban entre 35 y 40 euros.
Todo lo anterior por lo que se refiere al gasto navideño. Pero el tsunami ya viene de lejos en un año 2023 que se ha convertido, para los consumidores, en una larga serie encadenada de subidas de precios con muchos capítulos en los que, en cada uno de ellos, se han ido dando el relevo todos los productos imprescindibles para la vida cotidiana: alimentos, energía, alquileres, hipotecas, transporte, ocio y viajes.
Para dato, un botón. En Baleares seguimos pagando las gasolinas más caras de toda España. Mientras en la Península llenar el depósito del coche ahora mismo le cuesta a un riojano, un extremeño o un andaluz cerca de 80 euros, aquí, en Mallorca, Menorca, Ibiza y Formentera pagamos entre 88 y 90 euros por la misma cantidad de litros.
Y, para redondear este tremendo cuento de Navidad, dos últimos datos. Uno que recuperamos del arranque de esta noticia: la subida de las cuotas bancarias de las hipotecas supone, de media para las familias españolas, un coste de entre 3.500 y 6.000 euros más al año, sólo de intereses y sin rebajar el capital. Tenemos los tipos de interés más elevados de los últimos 22 años. Y los nuevos contratos, según la entidad financiera Bankinter, no se firman con cuotas por debajo de los 550 euros mensuales.
Llegamos al broche final, como los fuegos artificiales de la Nochevieja. En Baleares no solo pagamos las gasolinas más caras de España, sino que también pagamos la cesta de la compra más elevada de todo el país. Los mismos productos comprados en la misma cadena de supermercados son, en global, 6.000 euros más baratos al año en Jaen y Granada que en Palma, Mahón o Eivissa.
Con todo, y como siempre, se calcula que -en el próximo mes y medio de vorágine consumista- los españoles compraremos casi el 50 por ciento de todos los regalos, perfumes, ropa, complementos, juguetes, móviles, aparatos electrónicos y comidas especiales que pagamos durante todo el resto del año. Lo dice el Ministerio de Consumo.
Y es que, durante la Navidad -como es tradición en España-, las familias se visten con sus mejores galas y luego ya se preocuparán durante la Cuesta de Enero. Y eso que las Islas Baleares somos la comunidad española donde más han subido los precios desde el verano.